Siempre hemos creído que la música debe formar parte de la vida de nuestros niños, que les ayuda a expresarse, a integrarse, a disfrutar, que fomenta la creatividad y que transmite alegría de vivir. Por todas estas razones no podíamos dejarla fuera de nuestro proyecto de escuela. Vamos a crear situaciones en que se puedan interiorizar diversos aspectos de la música como la intensidad, la duración, el ritmo, los silencios…

Escucharemos piezas de todos los estilos y procedencias, bailaremos acompañados de elementos distintos, improvisaremos, entrenaremos el oído, aprenderemos a relajarnos  y a dejarnos llevar, en definitiva intentaremos que la música se convierta en otra forma de expresión de nuestras emociones.